Que te conozco, bacalao…
¿Habrá momentos importantes para la gastronomía en España? Sí, ¡montones!, pero como la Semana Santa, ninguno. Y es que creo que pasa como cuando tengo el frigorífico medio vacío, la imaginación se pone en marcha y no veas las cosas ricas que al final se me ocurren para cocinar, porque aquí hambre, lo que se dice hambre, no pasamos. Y es que es prohibirnos la carne y empiezan a surgir ideas maravillosas para darle alegría al pescado… y a otras cosas, que no sólo de carne vive el hombre ;).Y entre el pescado, el bacalao
El bacalao, ay lo que me puede llegar a gustar el bacalao, y si me lo hace mi madre, y ni os cuento… como la vuestra, seguro 🙂 Lo tenemos en todas las versiones: el guisado de bacalao, con huevo escalfado y patatas, el potaje de vigilia, con bacalao en salazón, los buñuelos de bacalao (esta es la perdición de mi padre, ¡y de quién no!), la sopa de ajo, la longaniza de Pascua, esa sequita que te comes con pan y aceite… espera que voy al frigo y seguimos, mmmhh…
Y es que no hay nada más sencillo que hacer buñuelos de bacalao. Sólo necesitamos:
Bacalao desalado, huevos, harina, leche, algo de levadura, ajo, perejil, aceite y sal.
En un bol ponemos las yemas y la leche, lo batimos bien y añadimos la harina y la levadura. Le añadimos el bacalao cortadito en trozos pequeños, el ajo y el perejil picados, y una pizca de sal. Montamos las claras a punto de nieve, con un poco de sal, y las vamos añadiendo poco a poco a la mezcla anterior, removiendo con cuidadito. Lo dejamos reposar un par de horas en el frigo, y preparamos el aceite (mucho aceite) que esté bien caliente y con una cuchara sopera, vamos cogiendo la mezcla y echándola a la sartén. Se van sacando los buñuelos y poniendo en papel de cocina para eliminar el resto del aceite. Y ya a presentarlo en una bonita fuente, con la decoración que más te guste, como un poquito de perejil. No le pongas lechuga debajo, que se empapan de agua! Y ya si lo acompañas de un buen ali-oli, para chuparse los dedos 😉
Luego tenemos todos esos postres fantásticos que nos encantan. Yo creo que la penitencia real viene después, cuando ha pasado la Semana Santa y tenemos que prepararnos para la operación bikini del verano, ahí si que duele! Pero cómo nos vamos a resistir a unas Torrijas de vino, imposible, si no, pruébalas en Neptuno y verás!
Torrijas de vino
Y luego tenemos los Pestiños, las Flores dulces, la Leche frita… vamos, penitentes 😉
pestiños
Flores dulces
Leche frita
¡Buen provecho!
Un abrazo,
Francisca Andreu
www.neptunomojacar.com