Neptuno, mi dios del mar

neptuno mi dios del mar

 

Este post que escribo hoy viene un poco como continuación del anterior   de aquellos primeros años que llegué a Mojácar, mi bella Mojácar.  Ya os conté la grandísima impresión que me causó conocerla.  Ese cúmulo de buenas sensaciones que se me metieron por dentro!  Sigo con la historia de como conocí a Neptuno, mi dios del mar.

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Pues no contenta con esto, no sabía lo que aun me quedaba por ver… Un buen día, un cliente me pidió un restaurante en la playa, quería comprarlo.  Indagando aquí y allá, porque no es fácil encontrar algo así, me dicen que puede ser que Neptuno, un chiringuito que a mí me encantaba, podría ser que se vendiera.  Madre mía, qué contenta me puse al saberlo.  Aquí abajo os he puesto una foto de antes (1998).  Pero no por mi cliente, si no por mí!  Cuando un buen día me crucé con este chiringuito, me encantó, me pareció una suerte vivir tan cerca de él y comer cosas tan ricas.  Tenía su barbacoa, sus espetos, sus paellas, … todo lo que puedes necesitar de un lugar en la playa.  Y lo mejor de todo es que tu contacto con el mar era constante, con la brisa, con el olor a salado, no sé, es inexplicable, todo te viene a la vez y te deja un estado de ánimo más bien de subidón.  Te vienes arriba en un sitio como este.  ¡Es como si ya lo hubieras alcanzado todo!

Antíguo-Neptuno-opt

Recuerdo un día que fui a comer con unas amigas de Torrevieja al chiringuito, es que yo tenía muchas amigas de fuera cuando me vine a vivir a Mojácar, jajaja,  y nos pedimos una zarzuela de pescado.  Qué cosa más rica!!  Pues bueno, eso sí que no ha cambiado desde entonces.  En nuestra carta, por supuesto que tenemos una exquisita zarzuela de pescado y marisco que quita el sentido.  Buenísima 😉  Sigo chupándome los dedos, literalmente, cada vez que la tomo.  Y para muestra, un botón…

Zarzuela-en-Neptuno-opt

Este sí que fue un amor a primera vista. Qué sensación más increíble cuando lo encontré. Sabía que era para mí, que me estaba esperando. Me conquistó nada más verlo, como los buenos mozos en un día de paseo en domingo. Entendí, por fin, lo que era tener maripositas en el estómago.

Tenía un encanto especial, solera, era par mí. Se venía conmigo. Y juntos seguimos. Ya son 12 años de idilio ininterrumpido. Con sus momentos mejores y otros no tan estupendos, pero siempre juntos.

 

neptuno mi dios del mar

Con el tiempo Neptuno Mojácar ha ido evolucionando a mejor.  Cada vez algo nuevo, algo distinto, algo que mejorar.  Nunca descansa.  Pero hay cosas que jamás cambiarán, esa es su esencia.

Amanecer-Neptuno-2-opt

Un abrazo,

Francisca Andreu